FEDERACION ARAGONESA DE ESPELEOLOGIA

PREVENCION Y ACCIDENTES

LA PREVENCIÓN ES EL MEJOR RESCATE

NO des nada por hecho, NO subestimes la actividad, NO sobreestimes tus capacidades.

La espeleología, teniendo como máxima la seguridad, no dejar ser un deporte donde se asumen ciertos riesgos, los cuales, debemos intentar siempre eliminar los objetivos (malas planificaciones, condiciones no adecuadas, etc.) y minimizar los subjetivos (progresión expuesta, descanso insuficiente, revisión instalaciones, etc.).

Nociones básicas a tener en cuenta:

  • Diseñar con atención la exploración o visita según las peculiaridades de cada cavidad o barranco, atendiendo sobre todo, al comportamiento hídrico de los mismos.
  • Previsión climatológica.
  • Confeccionar un horario teórico y un tiempo límite de actividad y de alerta.
  • Vigilar la condición física.
  • Conocer las técnicas de autosocorro y procedimientos de fortuna de auxilio inmediato a uno mismo y al compañero.
  • Disponer del equipo individual al completo, en buenas condiciones de uso y adecuado al tipo de cavidad o barranco a realizar.
  • Revisar el material de instalación detenidamente.
  • Llevar ración alimentaria de supervivencia.
  • Incluir repuesto de iluminación: Frontales, baterías.
  • Incluir siempre manta isotérmica y botiquín de emergencias.
  • No formar grupos numerosos.

En el interior de la cavidad:

  • Un espeleólogo que se encuentre en dificultades por agotamiento o por problemas técnicos, debe ser ayudado inmediatamente por el grupo.
  • Todo espeleólogo en estado de fatiga, no debe emprender un ascenso largo y/o difícil sin antes haberse recuperado.
  • En el seno de un equipo, no se debería dejar a un compañero efectuar solo un ascenso largo y/o difícil.

Siguiendo el protocolo estándar

Como norma general, se deben tener en cuenta los siguientes puntos:

  1. Proteger al accidentado/a. Trasladarlo a lugar seguro en caso de necesidad (sacar de la cuerda, fuera del agua, desprendimientos, etc.).
  2. Dar la alarma y replegar a todo el equipo. Entrar en modo rescate.
  3. Valorar, reanimar, contener y estabilizar al accidentado/a.
  4. Establecer los roles individuales:
    • Jefe de equipo (imprescindible): Para quienes no están habituados a situaciones de emergencia y/o rescates, esta figura puede resultar chocante. La experiencia ha demostrado que es fundamental tener a alguien que tome las decisiones y que sea respetado y obedecido por todos. Un rescate no se puede resolver a base de asambleas y reuniones. Es necesario que alguien tome la responsabilidad y que realice todo aquello que considere oportuno.
    • Sanitario/a (imprescindible): No nos referimos con ello a una persona titulada (hay que ponerse en el caso de que no exista), sino alguien dentro el equipo, con titulación o no, que se responsabilice de estar al tanto de la evolución del herido hasta que llegue personal más cualificado. Será también el responsable de montar un punto caliente acorde con la gravedad del accidente. Factores determinantes son el aislamiento de la humedad, la posición de la víctima y la contención del calor.
  5. Revisar toda la instalación de verticales pensando en que va a ser necesaria el paso de mucha gente en cualquier tipo de rescate y por lo tanto no pueden ser tan técnicas ni tan delicadas como suelen ser en actividades de exploración.

Activación del rescate. Orden de prioridades básicas.

  1. Dar alarma e informar a los contactos de proximidad (112, grupos de rescate) y facilitar la información que se muestra en la tabla al final.
  2. Contabilizar y asegurar el material técnico disponible in situ (incluyendo comunicaciones).
  3. Preparar la información, acerca de los accesos al lugar del accidente, puesto de control exterior, topografías o croquis disponibles, personas involucradas, medios de contacto, instalaciones existentes, material disponible, etc.
  4. Establecer canales de comunicación fiables, directos y mantenerlos operativos.
DATOS DE LA ALERTA
1. Nombre de la cavidad.
2. Situación (población más cercana y lugar geográfico).
3. Accesos (pistas, senderos, fitas, coordenadas, etc.).
4. Datos inscritos en la boca (grupo, siglas, etc.).
5. Nombre de la fuente y teléfono desde el que se llama.
6. Lugar del accidente y descripción de la cavidad hasta el mismo.
7. Número de heridos, estado y causas.
8. Número total del grupo y procedencia.
9. Instalación de la cavidad (descripción y estado).
10. Material disponible en el lugar del accidente y en el recorrido hasta él.
+ PREVENCION

La espeleología, teniendo como máxima la seguridad, no dejar ser un deporte donde se asumen ciertos riesgos, los cuales, debemos intentar siempre eliminar los objetivos (malas planificaciones, condiciones no adecuadas, etc.) y minimizar los subjetivos (progresión expuesta, descanso insuficiente, revisión instalaciones, etc.).

Nociones básicas a tener en cuenta:

  • Diseñar con atención la exploración o visita según las peculiaridades de cada cavidad o barranco, atendiendo sobre todo, al comportamiento hídrico de los mismos.
  • Previsión climatológica.
  • Confeccionar un horario teórico y un tiempo límite de actividad y de alerta.
  • Vigilar la condición física.
  • Conocer las técnicas de autosocorro y procedimientos de fortuna de auxilio inmediato a uno mismo y al compañero.
  • Disponer del equipo individual al completo, en buenas condiciones de uso y adecuado al tipo de cavidad o barranco a realizar.
  • Revisar el material de instalación detenidamente.
  • Llevar ración alimentaria de supervivencia.
  • Incluir repuesto de iluminación: Frontales, baterías.
  • Incluir siempre manta isotérmica y botiquín de emergencias.
  • No formar grupos numerosos.

En el interior de la cavidad:

  • Un espeleólogo que se encuentre en dificultades por agotamiento o por problemas técnicos, debe ser ayudado inmediatamente por el grupo.
  • Todo espeleólogo en estado de fatiga, no debe emprender un ascenso largo y/o difícil sin antes haberse recuperado.
  • En el seno de un equipo, no se debería dejar a un compañero efectuar solo un ascenso largo y/o difícil.
+ ACCIDENTES

Siguiendo el protocolo estándar

Como norma general, se deben tener en cuenta los siguientes puntos:

  1. Proteger al accidentado/a. Trasladarlo a lugar seguro en caso de necesidad (sacar de la cuerda, fuera del agua, desprendimientos, etc.).
  2. Dar la alarma y replegar a todo el equipo. Entrar en modo rescate.
  3. Valorar, reanimar, contener y estabilizar al accidentado/a.
  4. Establecer los roles individuales:
    • Jefe de equipo (imprescindible): Para quienes no están habituados a situaciones de emergencia y/o rescates, esta figura puede resultar chocante. La experiencia ha demostrado que es fundamental tener a alguien que tome las decisiones y que sea respetado y obedecido por todos. Un rescate no se puede resolver a base de asambleas y reuniones. Es necesario que alguien tome la responsabilidad y que realice todo aquello que considere oportuno.
    • Sanitario/a (imprescindible): No nos referimos con ello a una persona titulada (hay que ponerse en el caso de que no exista), sino alguien dentro el equipo, con titulación o no, que se responsabilice de estar al tanto de la evolución del herido hasta que llegue personal más cualificado. Será también el responsable de montar un punto caliente acorde con la gravedad del accidente. Factores determinantes son el aislamiento de la humedad, la posición de la víctima y la contención del calor.
  5. Revisar toda la instalación de verticales pensando en que va a ser necesaria el paso de mucha gente en cualquier tipo de rescate y por lo tanto no pueden ser tan técnicas ni tan delicadas como suelen ser en actividades de exploración.

Activación del rescate. Orden de prioridades básicas.

  1. Dar alarma e informar a los contactos de proximidad (112, grupos de rescate) y facilitar la información que se muestra en la tabla al final.
  2. Contabilizar y asegurar el material técnico disponible in situ (incluyendo comunicaciones).
  3. Preparar la información, acerca de los accesos al lugar del accidente, puesto de control exterior, topografías o croquis disponibles, personas involucradas, medios de contacto, instalaciones existentes, material disponible, etc.
  4. Establecer canales de comunicación fiables, directos y mantenerlos operativos.
DATOS DE LA ALERTA
1. Nombre de la cavidad.
2. Situación (población más cercana y lugar geográfico).
3. Accesos (pistas, senderos, fitas, coordenadas, etc.).
4. Datos inscritos en la boca (grupo, siglas, etc.).
5. Nombre de la fuente y teléfono desde el que se llama.
6. Lugar del accidente y descripción de la cavidad hasta el mismo.
7. Número de heridos, estado y causas.
8. Número total del grupo y procedencia.
9. Instalación de la cavidad (descripción y estado).
10. Material disponible en el lugar del accidente y en el recorrido hasta él.